*
El dolor es un ardid de tu implacable mirada, que lumínica se abandona a la tarea de investigar que hay del otro lado del velo. -Más que palmas, más que golpes en el suelo, más que un ritmo homogéneo-. Y tocás con llamas negras los ojos predispuestos en círculo a tu alrededor de seres abyectos: los mares que lamen tu dulce canción.
Estás acunado en un rincón del suelo de baldosas tibias, el espacio que te abriga denota entre tu figura y lo circundante un leve contraste. Ese resplandor disfrazado de rostro es el que desentona y se destaca. Esa cadencia en tu expresión es la que dibuja una estela cautiva tras cada movimiento.
Estás acunado en un rincón del suelo de baldosas tibias, el espacio que te abriga denota entre tu figura y lo circundante un leve contraste. Ese resplandor disfrazado de rostro es el que desentona y se destaca. Esa cadencia en tu expresión es la que dibuja una estela cautiva tras cada movimiento.
Y el dolor es un ardid de tu implacable mirada.
El dolor aliado que irradia la armonía de tus pasos en esta tierra:
¿cómo elevar por sobre los significados lo que compartís con tu música?
¿cómo purificar los fonemas para atestiguar el ensanche de un dolor que ya no duele?
¿cómo evitar la confusión de su dulzura?
Tu objetivo no cesa.
El dolor aliado que irradia la armonía de tus pasos en esta tierra:
¿cómo elevar por sobre los significados lo que compartís con tu música?
¿cómo purificar los fonemas para atestiguar el ensanche de un dolor que ya no duele?
¿cómo evitar la confusión de su dulzura?
Tu objetivo no cesa.
Insisten tus ojos en transmitir tu noble desconsuelo,
insisten en sellarlos del otro lado del velo.
insisten en sellarlos del otro lado del velo.
Tu ángel sabe sentirte acompañado.
(La lluvia no vendrá a buscarte...)
Sos de quien ya no se regresa en ese instante infinito.
Tus palabras diurnas son repetidas sin gracia porque sabés que las horas
son sólo un relleno del vacío que provoca la ignorancia absoluta de los otros.
Sos quien es miles y es nadie.
Sos quien pudo esa noche transportarse hacia sí mismo para estallar en los mares que lamieron tu dulce canción.
"
(...)
Que estemos frente a frente
que nos hagamos parte
(...)
(La lluvia no vendrá a buscarte...)
Sos de quien ya no se regresa en ese instante infinito.
Tus palabras diurnas son repetidas sin gracia porque sabés que las horas
son sólo un relleno del vacío que provoca la ignorancia absoluta de los otros.
Sos quien es miles y es nadie.
Sos quien pudo esa noche transportarse hacia sí mismo para estallar en los mares que lamieron tu dulce canción.
"
(...)
Que estemos frente a frente
que nos hagamos parte
(...)
"
Abrazo de rodillas tu dolor que es el nuestro.
Abrazo de rodillas tu dolor que es el nuestro.
*
d
We came along this road