jueves, 13 de marzo de 2008

Vertida del derroche
al fin bebida
la efervescencia de los minerales preciosos
se humillaron las memorias del cerro
( dijeron “queríamos sujetar al cielo”)
¡Las grandes excusas!
¡Los almuédanos libros

de aquellos falsos profetas!

ellos
los vacíos siempre viejos
habían pulverizado día a día
la esencia entera del crepúsculo en los montes
para alzar sogas celestiales –que eran fuertes, de hilo bien negro-
pretendiendo ascensión
(luego) –atención-
bajarlo
expandirlo
extenderlo como una goma elástica


pero ¡FRACASARON!
(aquí está la enseñanza, seres –“piedras que caminan hacia el mar”-
¡aprendamos a extraer la lúcuma del amor en la piedra!)
¿por qué?
Quizás la pavorosa existencia del oscilante universo
haya imantado hacia atrás las sogas arrogantes
y chau

“con tu propia lengua te estrangulas”
y provocó la venganza universal una asfixia de sogas punzantes
inyectó en la piel plural incandescente de cada historia una ponzoña
separando en miles de parcelas la tierra
cortando caminos
infectó también las venas

deshabilitando accesos hacia algún otro vacío viejo capítulo de nuestro libro


compañero de existencia en un páramo inasible
perdiéndote
esclavizándote
torturando en baños de guerra a tus amores a tus corazones
a tu sensible gema individual
y cortándote las manos, la claridad


¿Dónde está el dolor?
¿Dónde tienes el dolor?
Estos violines abrasadores de la tarde inconstante
interpretan mi tristeza
elocuentes
remilgados instrumentos
(nacidos de floresta)

Si fuera hoja me llevaría volando el aire
Tierra de nadie


Somos hijos de esto




Como gusanos surgidos de la fermentación
mofándonos de una aguda metamorfosis que

del cadáver hará cucarachas peregrinas
compuesta de todo el trabajo de las hormigas
que caen reventadas
contra el asfalto

“seguiré caminando
seguiré soñando
aunque me duela amor”

¿Dónde está el dolor?
¿Dónde tienes el dolor?

-En el vientre

magma concéntrico


útero impío

mientras escapo como una hormiga
busco la salida a este laberinto de sumisiones
apelmazada podredumbre
despertares paupérrimos
es mi tarea
mi sucia tarea
encontrar la salida
o el acceso
hacia
eso


shh



(hay un secreto)
allá en el universo profundo de todos los cielos
en la totalidad de los crepúsculos montescos
su inmensidad magnética fue sabia
nos dio una identidad:
-parásitos


(¿podré oír su lamento?
¿podré hallar la caja del buen sueño?)
Dios fecundo sin tiempo ni condición
totalidad fértil
el negro en el blanco
el blanco en el negro

incendiará tormentas en los labradíos
abismará

el calendario



(cuando el fuego crezca
quiero estar allí)

d

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una sola puerta de tres, abierta.
Una sola puerta.
Enfrente, la montaña.
Pasa la nube inmensa;
toda suya... todo suyo.
Huracanes de vientos;
lluvia andante semiparalela
y en todo el monte funerales alegres y naturales,
de hojas muertas.

Llegó el otoño; llegó la muerte¡
Hoy morirán hojas y animales.

Mas no morirán del todo,
seran con la podredumbre de su muerte,
para la tierra de su muerte,
pasado mañana,
brotes de esperanza.

Y yo no he muerto.
Me alegro de la lluvia
y me alegro del viento.
Si tengo frío, me caliento;
si tengo miedo, ¡Que no lo tengo!,
susurro y pienso
que para mañana
ya me he comido mi pequeña ración de esperanza.

Una sola puerta de tres, abierta.
Una sola puerta inmensa.
---
Este Otoño merece ser recibido en los confines de la condenada ciudad, en una reunion de viejos amigos. Alli estare.

Romina Berenice Canet dijo...

reencontré el caminito.
dejo un beso.
:)