jueves, 31 de mayo de 2007
Ø
Sólo paredes me abrigan en esta fría ciudad
Aquí del otro lado
Siento la mansa brisa del pensamiento
Acorde viejo, herrumbre
A la luz de un sol de gases azules
Guarecida de un tumulto que te pasa por arriba
Estaré coagulada?
Cómo es que los hilos ya no tensan,
Que la lluvia ya no pasa?
Que sólo
de un modo andaluz, a escondidas conservo
Mi tesoro
que es suave
Mi rincón azucarado
Mi asteroide d 723
Mi memoria extensiva
En que lugar habrá caído mi semilla?
Si tuviera fuerza en mis cuerdas vocales
Retumbaría los túneles de la tierra
Riégala con melodías de viento y escarcha
Cuídala con la luna y la mar lejana
Haz que allí crezca lo que dentro mío murió
Piano sempiterno te animo a desplegar tus aves
Tus bailarinas oscuridades
En esta noche de invierno que huele a melancolía
En esta casa vacía
Aquí del otro lado
Siento la mansa brisa del pensamiento
Agotado
d
domingo, 27 de mayo de 2007
cadalso
"
Los días se desploman, se manchan con tintas malsanas.
Los cuadernos se cierran debajo de los pies de una silueta titánica que miro en el espejo.
En pequeños círculos, giran derrapantes las hojas cándidas de una desesperación
que intercambié por este sosiego claro. De ésta misma tarde han salido a pasear mis corazones, hoy mugen cálidos sobre mi cama. La dicha apesta. Esta alegría es abandónica.
Y estos ojos son puertos concurridos, abatidos por barcos que al final del día desaparecen junto a la línea tras la que se esconde el sol. El gusano infinito ulterior me cuenta un secreto: mis palabras son el ornamento del profundo asco que fluye en mi por los paisajes evidentes, llenos de flores. Por la siembra de besos en serie. Por la cosecha automatizada de una vida suave.
He comenzado a aburrirme: alarma entre los ángeles que tiran de aquel sol de mi puerto para llevarlo hacia el otro lado del mundo.
"
d
(una vez
la orilla fue infinita)
lunes, 21 de mayo de 2007
viernes, 11 de mayo de 2007
nostalgia
miércoles, 9 de mayo de 2007
ƒ
arrojarás tu demencia oxidada
viajarán a los horrores quiméricos
de un hábito que huele a páramo cotidiano
una historia contada entre dientes
En otoño la mariposa escribe sobre las hojas de árboles breves
algo en un lenguaje que sólo ella comprende
como si el verde silencio tradujera todos los símbolos
arrojados en aquellos papiros salvajes:
un sueño de mancha - ausencia cromática
el viento
un canal que hace rodar su lírica
alguien alguna vez fue a sus lágrimas
amante de las piedras llevó su vientre hacia la montaña
y alguien
besa el caldo de adormideras
revueltas
el mensajero cansino lúcido para el despiste
entona un carnavalito mientras lleva las claves
otoño de mi mañana
abrigadito te llevaré
nieblas epistolares
destinatario enarbolado - alguien sin boca
con salmones en la voz
verde silencio complaciente corriente de la marea
de aires primaverales
y se zambulle
con su lenguaje de papagayo
allí va
mariposita viajera
inocente pequeña memoriosa
en actitudes de gorrión que sacude agitado
bajo el sol de verano
los gotas del charco caliente
tzzz
baña al silencio
¡verde que te quiero verde!
En la noche
así enaltecida
sobre sus cartas duerme mariposita
llena de augurio
en su falda anida el mensajero risueño
con garras llenas de fábula
envuelta en secretos sin sentido
d