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te pierdo
poesía mía

ya no sé si eras líquida
eras abismo
espejo de la nada o cada esquina
de cualquier ciudad o bosque del mundo
el agua del paraíso de sangres exiguas
o la sangre del universo entero
o la parálisis de mi carne
o las venas de la infancia feroz

te pierdo en las estaciones
el mismo tren que te lleva me abate
y te comparo idiota
con religiones sin dioses
obsoleta
gesticulando frente a la humedad
que interfiere en los espejos excesivos
te absorbo caníbal fuera del mundo
en un collage de piezas breves
superpuestas bajo la tierra
el manto o el cielo que descansa sobre el limbo
del guardador de rebaños
que conversa frenético con los poetas malditos

ganan su nube
sangrando en el blanco camino

estoy seca de tanta nostalgia
de haberte parido poesía silenciosa
cuando oía en la lejanía
de los barcos piratas sin rumbo en el mar enfermo
que me creabas cuando nacías

te pierdo en este instante
te persigo
mi leve andar de muerta moderna
pedaleando lánguida tras las músicas primitivas
mi bicicleta anti viaje
bajo mis piernas cautivas


te pierdo poesía mía
en la contradicción misma del viaje te busco
te me clavas tan adentro que ya no te encuentro
ya no sé si caerá la noche
o la mañana harta de tantos pájaros tanto ruido
se encaprichó en quedarse a iluminar tanta basura

me confundo pero no callo
y tal vez esto era un letargo para descender
hacia la superficie llana de estepas estériles

te pierdo y tu memoria es mi olvido
un fuego de ramitas secas que soplo te quema
y tu renacimiento en mi muere
mariposa adormilada
que aletea lento provocándome frío,
escritura torpe
venenosa crónica del ahogado delirio
poesía perdida
fruta que se pudre
castigo

d

¢

alunada

visiones que arden

noche que atormenta

con fiebre de astros

dentro del cuerpo

de miel

amaneceres letales

verdugos del sol

que camina en la piel

la belleza el olvido

alunada

d

Ð

hueco de mis ojos ciegos

el viaje no era esto

revienta muda la bestia

cae la rabia infantil sobre el cielo

bombitas de fuego

mínimas penetrantes

florecen en sus pupilas

nicotina espiritual alfombra escupe polvo

suelo llovido por ramas de pieles calientes

arriba de la manzana

baila con un gusanito amarillo

saliendo de su oreja izquierda

quiere saberte la bestia

sacarte a pasear como un perrito

por sus jardines tachados

morirías por lamerle la entrepierna

por succionarle la duda, dejarla seca

(es bella la bestia)

más bella que la muñeca de tu cajita pixel

nívea como la sonrisa de Gardel de aquel sueño

mirá cómo se retuerce en vos la hija de puta

su cicatriz pronto te dolerá como si Gardel

te hubiese clavado los dientes

baila gime te atornilla la bestia

sobre tu pecho es un ángel que te salva

del brillo ciego de la humanidad

muda bella

en su poético desenfreno

baila tangos en la oscuridad

d

!

"

(...)

-Nos hundimos, sabés? el año pasado nos hundimos doce centímetros.

Se hundían en la tierra, esa casa, ellos, todos ellos se sumergían con la casa. Joel, moviéndose por la cámara, imaginó topos trazando túneles de plata por vestíbulos eclipsados, desfallecidas rosas deslizándose por cuartos atestados de tierra, lilas estallando a través de las órbitas de un cráneo. Véte, dijo, trepando hacia una lámpara que lanzaba una luz nerviosa sobre los peldaños de la escalera. Véte, dijo, porque su imaginación le hacía jugarretas, porque era terrible. Pero, ¿era posible que desapareciese toda una casa? Si, había oído hablar de cosas semejantes.

(...)

"

Truman Capote

Otras voces, otros ámbitos

×

soltar tu pelo

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dejarlo caer en la luna de la mañana
sobre la superficie lánguida de mis palmas

suspenderlo en su flote inmaculado
retener la extensión pura
de tu voz ausente como un rayo
violento fugaz salvaje

suavizarlo junto al silencio de tus ojos pardos


cabellos ondulantes
fibras esenciales de tu energía
saboreados
por la brisa íntima
que apenas gime en el recinto
cálido pequeño entre mis palmas y tu cuerpo

adorar

la morena tormenta de latidos ascencentes
el tacto impune que gobierna el instante
la anarquía estética que encuadra tu rostro
el impacto marítimo de tu blandura en el cosmos

naturaleza imperial
que alumbra infinitas noches en tu cabeza
brotes de historia sensatos de sueños milimétricos
corporizados
tesoros del viento abandonados
en mi cama entre mi cintura y la sábana cálida de pájaros sin jaulas

soltar tu pelo

gotas frescas de rocío en verano
baile con sirenas joviales que juegan entre pelusa olvidada

oírlas cantar hundiendo el olfato
en el aroma almendrado que se despide perverso
desde un rincón inaccesible
vengarse de la humedad envolviéndose en ella
soltar tu pelo musical
otra vez
contemplarlo
callar
desear morir
ahogada de cielo negro

d

// kandinsky

sea battle //