lunes, 1 de enero de 2007

r.i.p



*

experiencia con la muerte
3 ends
//don´t ask me a smile//

Daban las doce clavándose en un témpano de agua diluviada
Ahí estabas
tus ojos gélidos de rapiña en el primer estallido absurdo que surcaba el cielo
furtivo mirabas a los perros aullar por dentro reías
y la memoria resbala accidentada;
recuerdo
que por cortesía me expropiaste un sueño sencillo
y daban las doce mientras el sueño derrapaba veloz detrás de una nube sucia
dejando la estela que mi retina entrampó como souvenir del desvío
Ahí estabas
Dándole forma, paciente alfarero
a mis múltiples estómagos elegantes revueltos
desde aquel tigre venías
a devorar los últimos bocados expuestos de alma
envueltos en papel celofán listos para engullirlos de a poco
Cuando no daban las doce daba la muerte
a quien el viento abrió sus alas
allí estaba yo esa mañana drogada desaliñada sin gafas negras
esa mañana derritiéndose en las manos de mi madre
como prólogo al motivo de clásicos balances
el suave comienzo de un descanso
que le arrugaba el rostro a cuerpos errantes
(temblaban queriendo arrancarse la piel a mordiscos)
retenían en sus trajes a una pálida mujer
que gritaba, me han contado, que llamaba
a su amor Esteban en el último suspiro entubado
y yo imaginaba risueña como la bella Edelma caía luego
del cajón a sus brazos protectores a descansar la vida
Daban las doce daban los resultados por un altoparlante sideral
del cáncer bélico que dispararon tus ojos
esto no es fatalismo ni oscuridad
también hay locos regalos esperándome en el placard,
puedo desearlos desde acá sin miedo


d

*

1 comentario:

María Elisa Quiaro dijo...

esa oscuridad es la necesaria para que haya luz. te abrazo