jueves, 28 de diciembre de 2006

ecos


>ya no te extraño< ¿?

entre pliegues de pies durmientes
pasean ojos como dedos
llamando a las cosquillas del pasado
a la sonrisa cenicienta de diciembre


contorsiones desde el primer tren
hasta los últimos capítulos
de País de Nieve
palidece allí mi furia
deseo no caerme


un corazón laxo palpita bajo el agua
en todo aquello que me fue robado
que ahora mastico tiesa
devorada por el silencio
que me traen las moscas


pregunto que entenderemos los narcotizados
de techos trepados al amanecer
de galaxias

que caen sobre las narices
por corazón en llamas,

por corazón roto,
por corazón

recuerdo los rocanroles de tus habitantes
eran satélites de dalias renacientes
o la certera incomunicabilidad de las almas
de Dostoyevski
(su pleamar
ahogando con prosas
como hermanas
a la sonrisa equivocada
que apenas hace bailar al viento)

sospecho que mi único amor es el recinto
en el que caen en un ocaso y mueren
mis dalias renacientes quitadas de la tierra,
el olvido

la libertad está allí agonizante


así

tu voz

artificial

se prende

un fuego

frío

mi ángel

desgraciado

dibuja en el suelo una línea

que traduce mi desvarío en esto

mi corazón, roto

es parte del juego

d



3 comentarios:

Doris dijo...

por corazón en llamas,
por corazón roto,
por corazón

Tus palabras se conviertieron en imagenes
ante mis ojos
y todo queda en la retina
y aca adentro.

Just A deleite

Gloria dijo...

Le hago cosquillas al diciembre ceniciento y te dejo un abrazo findeañero con mis mejores deseos. Un gran abrazo.

María Elisa Quiaro dijo...

es siempre un placer pasar por aquí y llenarme los ojos de tu palabra