Luar: ⌂

martes, 18 de julio de 2006

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"(...) Hacer el amor reducirse apenas a una sombra de ser sueño de amor,

pálido y trémulo intervalo entre las crestas de dos olas en las que da el claro de luna (...)"

de "Estética de la indiferencia"

F. Pessoa

6 comentarios:

Osiris dijo...: Hola me gusta tu trabajo y me gusta tu forma de escribir y hacer referencias....me interesa intercambiar ideas...espero y leas esto.; julio 18, 2006 3:38 p. m.
Indalea dijo...: Te agradezco =)
Lo menos que puedo hacer es leer el mensaje y contestarlo.
Un gusto enorme, estoy merodeando tu sitio. Leí algo muy hermoso.
Saludos; julio 18, 2006 7:07 p. m.
H.R.Cuenya dijo...: La diferncia es humana?

La indiferencia Divina?

Me encanta las fotos con colores calidos y/o frios y fuera de foco.; julio 18, 2006 10:33 p. m.
Osiris dijo...: Gracias,leí tus comentarios...muy interesantes y bien estruscturados, la verdad no me esperaba menos de ti.

Me interesa mucho saber que tipo de literatura te agrada o que acostumbras leer...en lo particular me gusta Sabines,Cortázar y alguno que otro cuento de Quiroga.

Te felicito mucho por el trabajo que realizas en tu blog, espero saber mas de ti, por favor deseo ser tu amiga o la tu perfecta conocida =); julio 19, 2006 2:04 p. m.
Indalea dijo...: Gracias una vez más aunque no creo que la estructura de lo que escribo sea tan buena, es decir, mis pensamientos casi carecen de estructura, y màs útimamente.
Creo que eso se refleja en mis palabras.
De todas maneras, me agrada que lo pienses.
Estas últimas semanas estuvieron plagadas de pensamientos de Fernando Pessoa y Spinetta (el último es una constante, y es literatura también).
Cortázar me encantará siempre.
Quiroga fue leído mucho en mi infancia.
Saludos y un gusto nuevamente; julio 19, 2006 7:29 p. m.
Indalea dijo...: Lord:
La diferencia es bien bien humana aunque pocos se dan cuenta de esta maravilla.
Es más cómodo ser igualitos.
Y la indiferencia, según lo que estuve leyendo útimamente, sería algo así como el fundamental cable a tierra perdido que nos conecta con nosotros mismos.
Casualmente, hoy estoy muy fuera de mí, desvarío. Mejor me las pico. Saludos muchos; julio 19, 2006 7:37 p. m.

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espejo

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Considerados desde el punto de vista de su existencia terrestre, es decir, no ficticia, sino real, la masa de los hombres presenta un espectáculo de tal modo degradante, tan melancólicamente pobre de iniciativa, de voluntad y de espíritu, que es preciso estar dotado verdaderamente de una gran capacidad de ilusionarse para encontrar en ellos un alma inmortal y la sombra de un libre arbitrio cualquiera. Se presentan a nosotros como seres absoluta y fatalmente determinados: determinados ante todo por la naturaleza exterior, por la configuración del suelo y por todas las condiciones materiales de su existencia; determinados por las innumerables relaciones políticas, religiosas y sociales, por las hábitos, las costumbres, las leyes, por todo un mundo de prejuicios o de pensamientos elaborados lentamente por los siglos pasados, y que se encuentran al nacer a la vida en sociedad, de la cuales ellos no fueron jamás los creadores, sino los productos, primero, y más tarde los instrumentos. Sobre mil hombres apenas se encontrará uno del que se pueda decir, desde un punto de vista, no absoluto, sino solamente relativo, que quiere y que piensa por sí mismo. La inmensa mayoría de los individuos humanos, no solamente en las masas ignorantes, sino también en las clases privilegiadas, no quieren y no piensan más que lo que todo el mundo quiere y piensa a su alrededor; creen sin duda querer y pensar por sí mismos, pero no hacen más que reproducir servilmente, rutinariamente, con modificaciones por completo imperceptibles y nulas, los pensamientos y las voluntades ajenas. Esa servilidad, esa rutina, fuentes inagotables de la trivialidad, esa ausencia de rebelión en la voluntad de inicitiva, en el pensamiento de los individuos son las causas principales de la lentitud desoladora del desenvolvimiento histórico de la humanidad.
"
Mijail Bakunin
Dios y el Estado

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(...) Cuántas veces uno se despierta por la noche como entre dos sueños y uno tiene la sensación de estar sumergido en un mundo verdadero, auténtico, pero distinto del mundo común y cotidiano, y por la mañana a la hora del despertar definitivo uno nunca acaba de saber si era un sueño o la realidad. Era una realidad, pero una realidad extra-ordinaria en el seno de la cual la conciencia de la masa retoza a sus anchas y hace el mal que ha premeditado. Es sobre todo en estos estados poco normales de reposo nocturno cuando todos los grandes clamores de conciencia de los cuales le hablo tienen lugar, y cuando se decide el estrangulamiento, la alienación, la parálisis, el internamiento o el suicidio de Gérard de Nerval, de Nietzsche, de Lenin, de Villon, de Lautréamont o de Edgar Poe.
Cuántas veces en diez años no me habré encontrado yo mismo aprisionado en semejantes mareas, con bastante asiduidad en todo caso, y con la suficiente dureza como para haber guardado de ellos conciencia plena y no poder olvidarlas jamás (...)
"
Antonin Artaud
Cartas a André Bretón

Luar

martes, 18 de julio de 2006

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