weeping song

(El niño duerme sonriendo. Nosotros derramamos nuestros sueños como si fuesen coca cola sin gas, los dejamos correr dulces y pegajosos por nuestra piel hasta que tocan el suelo y se evaporan en la resignaciòn de la espera estàtica. Intentar alcanzarlos no es suficiente. Hay que ir por màs. Hay que atraparlos y llevarlos dentro. Hay que subirse a la hamaca y mecerse, en vez de divisarla entre la niebla cual si fuera un vestigio de esa sonrisa onìrica que una vez tuvimos). Entretanto capturo a la espera, capturo a la ausencia y a la coca cola. Triste.