miércoles, 1 de abril de 2015


 Poesía Incierta
dentro del día:
Cae una pera madura sobre la pausa,
se hace blanda la tierra,
la espuma,
la gota del alma.
Destello inútil, instantánea.
Escurrida entre las horas
de un domingo lleno de sol
poesía chorreante, resbala
en la piel que hoy regué,
 capullos, otoños, abiertos me miran
desde la nave en la sonrisa
de mi hermano
quien trae en sus manos un vino
que hizo brotar de su boca el cielo
que se comparte, y un momento de paz,
 un instante de credulidad encendida.
Poesía Incierta adentro de jarras,
adentro de pechos,
adentro de lámparas
poesía del átomo de la hoja en blanco.
Poesía Incierta en el viento
que embolsa los sueños
él vaga lánguido por Buenos Aires
hace el amor, ama y lo sabe,
ingresa en mi casa,
viento del día,
viento del alma,
Poesía Incierta de plumas, de nácar, de libros.
Poesía en las cajas: se hamaca liviana
en el fondo de una mirada. Mis ojos ven.
Y yo los miro, los odio, los amo,
los veo mis ojos chinos,
mis ojos quietos,
se hamaca en ellos
cada porción de mí.
Mis ojos que caen, mis ojos necios,
Poesía Incierta del regreso.
Volver es un viaje de ida,
volver a sembrarte, olvidarte,
rozarte con el tacto de un cuerpo sin carne.
Poesía. 16-3-2015

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