lunes, 15 de julio de 2013

Arrancar de cero me gusta. Todo parece nuevo y dispuesto a florecer, el punto cero es como la mañana recién nacida. Lo que se ha construido tal vez muera. No me importa. Que se muera todo periódicamente, el vacío llena espacios de luciérnagas madres, que fueron soles, que absorbieron la sabiduría del rayo, y parirán vuelos entre los brazos de la oscuridad. Aprender de la muerte. Depurar al demonio, explotarlo con bombas de almas que pujan en olas fecundas. Excava en el cuerpo un dolor. La huesera junta mis restos. Gracias a ella puedo decir esto, genero lazos con la vida cadavéricamente mientras la vieja sonríe. ¿Por qué sonríe? ¿sabe algo oculto del amor que lloro? ¿insinúa que finalmente amaré, disuelta en mi sopor? ¿temor? ¿quién dijo temor? ¿alguien me habla? Miedo: maestro tirano, en la fábula sustraerás la leche más gris que puedas beber, metálico extractor de jade en mis pechos. Turgencia de la juventud en otros ojos fuera de mí que no me miran. Masculino andar cerca del río de la paz… carácter voluptuoso de la pasadilla tu máscara de muerte roja me persigue pero no soy una princesa, igual me toca siempre morir. Infectada de luces de advertencia, luces de iridiscencia, luces de esperanza pueril. Luces de la discordia en el péndulo que cuelga de mi cabeza. Letra que contamina o manzana gira la tarde fresca. Da igual. Que muera lo que se ha construido. ¡Que alimente el rumbo circular de la vida! Que la luz igual emerge caprichosa y erguida, terraza filosa del faro. A mi tristeza de soledad. Beso la hiel amparada en una quimera, fui bruja a mi tiempo, ahora solo huesos pesados, la vieja sabiamente los une, y hace un ademán misterioso en mi sueño.

1 comentario:

Don Julio dijo...

Vos escribís, con la pluma
de la valentía.
La huesera miente.
Estás más viva que nunca.
Pareces hecha de jirones
de mi sueño.


Abrazo.