miércoles, 24 de septiembre de 2008

étouffer

que no se digan las muchas cosas
báñenlas de silencio
rincón en donde duermen los sueños de los despiertos

hacen máquina y hacen nido
ronronean comprimidos
es una fina daga hecha de primaveras
que taladra un vientre desde otro mundo
inyectando en su calor opiáceo
aguas y cascabeles de amores absolutos
sólo allí, aunque no entrelacen la carne con las almas,
aunque los relojes partan su deseo,
aunque dejen como sobras los restos

en la nula trascendencia del tiempo,
sólo allí, en su divina gelatina animal,
podrán emitir luz

y eso basta

d

1 comentario:

Federico J. B. dijo...

"sólo allí, en su divina gelatina animal,
podrán emitir luz
y eso basta"

Y eso basta.

(abrazo clorofílico)