sábado, 30 de junio de 2007

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Esta profunda vigilia me arropa con una suavidad digna de susurrarse bajo las sábanas que cubren a los niños dormidos, y que se sopla o se siente al oír un cuento desgajado en voz baja a medianoche. Vigilia prodigiosa, que nace de mi tan ajena, tan movediza. En este lienzo de noches frías palpo tus múltiples bocas, con amargo desvelo de muchacha hipócrita, con el vil amor sobre mi regazo, soñando, palpo la mansedumbre gustosa de todas tus frutas. Así te espero. Incluso luego de haber dormido instantes efímeros que disimulan su incontinencia tras las horas espesas, seguirá esta vigilia de imaginerías tácticas para pegotear mi modo al de esta dulzura que invade los días en los que distraída me hamaco. En este páramo recogido por leones hambrientos de soledades, cargados de ausencias y distancias caudalosas, mordisqueado por mariposas caníbales, soplo con alguna fuerza noctámbula tu dicha, para que prenda aún más poderosa y siga quemándome. No tengo tiempo para otra cosa, no tengo espacio entre mis manos para tomar aún más agua de una vertiente nítida como el horizonte, rancia como perforar el tallo de una rosa vengativa hermosa deseada vestida de almíbar, caliente, afiebrada, ansiosa por rozar mi sangre mis dedos. Sólo esta vigilia loca, arremolinada, hecha para mi, el palpitar de caballos dorados sobre mi pecho, que tantas veces atestiguó la visita de un dolor trémulo al robarme el viento azaroso mi estúpido destino...revolcándolo por charcos de lunas crecientes...de mareas voluptuosas y festividades que no fueron música y sacudieron, e hicieron bailar...estalactita...inmóvil en el mismo centro gravitante de una danza organizada por un habitante sordo que llevo en la anatomía de mis desesperaciones...vigilia carcelera, acá estoy con mi cuchillo sin filo de gesticulaciones inanes dispuesta a perforar el sitio de mi cuerpo que concentre la intensa bruma del invierno, la comedia de esta vida que grano a grano va cayendo como arena sobre un rincón del organismo que ya veré cuál es, esta noche sabré cuál es y ahí sí podré revolver las aguas humanas que me atormentan la carne, ahí sí serás vigilia mi verdadera estela, mi amiga rubicunda y entregada a tus dones...suave...susurrante bajo las sábanas que cubren a los niños dormidos, soplada oída sentida como un cuento a medianoche gajo a gajo desangrado en voz indolora...(se ha fundido aquella sombra de ausencia que grito de incendios, de dichas fueguinas azotadas por mis soplidos, se ha fundido ese par de ojos garzos de niño con tu andar, vigilia, tan etérea en la noche de mariposas que comen de mi...)




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1 comentario:

luar dijo...

La dificultad esta en las personas