me dolían ganas
rotundas
decididamente negadas
me dolían ganas
por haber callado en conciertos y cines
quizás
por algún tango marginal en un barrio perdido
por esas noches de fuegos azules
que por una sola vez riman con todo y no se olvidan
porque remueven los fluidos de la muerte
la muerte hermosa que es olvido en su génesis
me dolían ganitas celestiales
esas fuerzas gladiadoras de jardín de infantes
bien profundo entre los discos mudos
intercaladas con paños para la fiebre burguesa
allí estaban carmelinas lentas
moliendo a palos aquel súcubo mítico declarado conciencia
pobrecitas frunciditas frutas de un verdor antiguo
ácidas en mi lengua y en la de otro un veneno ardiente
escondidas como ultrajadas niñas que agazapadas buscan venganza
detrás de la sed respiran rechinan pero ganas dolientes no lloran
cómo hacer para despertarte gloriosa bestia de carne y sangre
si dormida giras como bolitas de mares en los huesos y en la piel de mis dedos
mientras juego en su redondez te miro
rescato en tus párpados un sabor a mujer mundo y otra vez
prefiero acunarte
cantarte un lullaby de ganas que mueren de pie aplastando con sombras
a viejos vagabundos niños convicciones
rotundas
decididamente negadas
me dolían ganas
por haber callado en conciertos y cines
quizás
por algún tango marginal en un barrio perdido
por esas noches de fuegos azules
que por una sola vez riman con todo y no se olvidan
porque remueven los fluidos de la muerte
la muerte hermosa que es olvido en su génesis
me dolían ganitas celestiales
esas fuerzas gladiadoras de jardín de infantes
bien profundo entre los discos mudos
intercaladas con paños para la fiebre burguesa
allí estaban carmelinas lentas
moliendo a palos aquel súcubo mítico declarado conciencia
pobrecitas frunciditas frutas de un verdor antiguo
ácidas en mi lengua y en la de otro un veneno ardiente
escondidas como ultrajadas niñas que agazapadas buscan venganza
detrás de la sed respiran rechinan pero ganas dolientes no lloran
cómo hacer para despertarte gloriosa bestia de carne y sangre
si dormida giras como bolitas de mares en los huesos y en la piel de mis dedos
mientras juego en su redondez te miro
rescato en tus párpados un sabor a mujer mundo y otra vez
prefiero acunarte
cantarte un lullaby de ganas que mueren de pie aplastando con sombras
a viejos vagabundos niños convicciones
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polvo
polvo
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