jueves, 12 de octubre de 2006

(((((( . ))))))


(en simultáneo)





















El crónico oscilar de mi mirada
-mi cómoda mirada de niña bien-
prefiere la hipocresía del pasto
en la ventana inquieta
porque un niño aúlla en el tren
una canción de boca vacía:
y los monstruos inoperantes
se hinchan hasta retorcer pieles
no gesticulan
mastican caramelos anestésicos
e imitan mi razonable actitud
civilizadamente venenosa.

d


"
Y vá a llegar ese día en que
se desvanezcan todas tus alegrías
y esa llamita que apenas sos se extinga
y de ella no quede nada
ni la pregunta de cómo hiciste
para aguantar
y gastar tu vida entre todos tus venenos
y los temores que te rendían....
y hasta el gusano que envidian todos
y que sabe muy bien
que no está hecho para el amor
ríe del placer
de ser tan cruel, inaccesible

"
Indio Solari
Ciudad Baigón
El tesoro de los Inocentes - Bingo Fuel

2 comentarios:

Lala dijo...

Si conoceré ese paisaje tan diáfano y cotidiano... si habré viajado en ese mismo tren, si entenderé de lo que estás hablando, nena...

besote.

Anónimo dijo...

Caramelos anestésicos, de miel y guaco, por favor, aunque me parece que ya es tarde.