martes, 12 de septiembre de 2006

5/8


"
Las carnes que se come el desconsuelo no son ni rosas ni trigueñas
Tienen ese gris topo bien neutral
Y como todo lo neutral en estas horas es peligroso
Las carnes y los días que se come no pueden ser recogidos por nadie
Porque cuando el mercurio cae no sólo es tóxico
Sino que (y no es divertido) se escurre, se escapa, vaya uno a saber en qué materialidad

se deshace, en qué alcantarilla se deshace en tantas partes que ya no lo vemos para (no) tocarlo.
El remolino dejó paso a la llanura clara y cauta
Neutral por ser igual a sí misma
Las danzas que nunca bailé me duelen en los pies
Y todo que lo se está comiendo está podrido.
Lo irreparable está en este estado inalterable
Irreconocible y poco solidario.
Si alguna vez fue el invierno
Si el cielo te salvaba
Si la música olvidaba
Si algún tironeo ofrecí para recuperar esto
Si lo hubo tampoco lo encuentro.

(...)
Se me va a pegar tanto el aire a la cara
que el gesto va a ser una mueca
y voy a decantar sin gracia.

"

Maila

2 comentarios:

Doris dijo...

"Si algun tironeo ofreci para recuperar esto
si lo hubo tampoco lo encuentro"...

Fuerte. Aca adentro.
Resuena el eco.
De voces infinitas.
Pero tus palabras dejan una brisa que nos vuela hacia los espejos interiores.

Besossss!!!

Indalea dijo...

Es un eco perpetuo.
Por eso elegí este texto, de ella, -ése adorable ser-.
Porque de alguna manera me ví como en ése espejo buscando recuperar lo que nunca tuve. Sus palabras hicieron de eso una escultura inmensa y tristemente hermosa.
Un hilito invisible.