Haberte dado la bienvenida despidiendote hubiese sido sano.
Pero sucede que, recién ahora
(justo cuando,
ilusa y tímida y atolondrada, pretendo encontrarte
en el mismo lugar en el que te ví a mi lado para decirte hola)
debo emprender mi partida y sacar el pañuelo húmedo para mojar mis lágrimas.
Y te digo chau.
....de todas maneras:
nunca estuviste.
1 comentario:
Dialogo interno:
"Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver"
dice Sabina.
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