lunes, 10 de julio de 2006

Si alguna vez galvanicé
mi mirada perdida
mi si
mi clave de sol
Fue seguramente una tarde
Durante las últimas horas
Del ocaso que sobrevino a la primavera:
ya nada podrá reanimarse
Pues la ausencia y la sombra
Fueron el horizonte
de aquella tarde ya muerta.
(D - invierno inmarcesible)

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