viernes, 30 de junio de 2006

El hambre famélico de llevarme hacia el abismo un manojo de estrellas.
La insensatez de gozar con la ilusión de que exista el abismo
e imaginarlas brillando con la lumbre que no ilumina, solo perece.
Pero quema sin apagarse.
(Fragmento - D)
invierno.

2 comentarios:

H.R.Cuenya dijo...

Quema como quema el hielo.

Indalea dijo...

Afortunadamente en el abismo, se supone no hay pieles que queden pegadas al hielo. Sino, estámos perdidos.